jueves, 29 de julio de 2010

.. a little piece of paradise



Todos prometimos alguna vez un pequeño pedazo de paraíso, ansiando nuestro corazón conocer la efímera eternidad del tiempo infinito. No fueron necesarios los motivos, pues era el sentimiento quien decidía tener la última palabra. Lágrimas de plata bañaron nuestros rostros cuando fuimos conscientes de la fugacidad de las palabras, de aquellas emociones que huían de la realidad y se escondían tras la débil esperanza. Salieron los secretos de su escondite, resignándose a seguir ocultos tras el opaco velo de la oscura conciencia. Nuestra propia realidad dejó caer la máscara que confundía las apariencias. Sólo entonces fueron nuestros labios capaces de pronunciar un último adiós.

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