viernes, 1 de octubre de 2010

.. hija de la Luna



Que me cobijen las sombras de las nubes. Que me arrope el color de las montañas. Que hablen sobre mí las aves, y grite el viento mi nombre. Que borre el tiempo mis pasos. Que guarde silencio el pasado en mi ausencia. Que se pierdan los recuerdos entre mar y arena, y baile el destino sobre nuestro lecho de muerte. Porque fuimos polvo de estrellas. Nietos del Sol, hijos de la Luna, padres de la Vida. Porque somos polvo de estrellas. Hermanos del eterno Porqué, de la inescrutable Ignorancia, de la existencia de un Sentido que sólo quiso existir por y para nosotros. Porque nunca dejamos de ser polvo de estrellas.

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