martes, 26 de octubre de 2010

.. pilot



Grusas gotas de sudor perlaban su frente y empañaban sus pestañas. Sus labios fruncidos, sus manos tensas, encogidos los dedos de sus pies. No estaba segura del camino a tomar, y el tiempo se agotaba. Sabía que no podía retroceder, y que no llegaría a hacerlo nunca. Cerró los ojos. Observó las nubes. Y finalmente se dejó llevar por el viento. Era consciente de que su elección marcaría para siempre el destino de su viaje. Si debía haber o no tomado esa decisión era algo que siquiera ella misma sabía, y mucho menos comprendía. Entonces, la piloto se desvaneció con el azul horizonte, liberando a su corazón de la angustia que lo oprimía.

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