miércoles, 2 de febrero de 2011

.. pathway



Tomando ese sendero embarrado que no llevaba a ninguna parte, siguiendo esa senda encharcada hacia ningún lugar, perdiéndose los pasos entre la niebla, escondiéndose el corazón de las ganas de avanzar. Agua y arena. Porque todos los caminos conducían a un mismo destino, porque no importaba cuál tomar y cuánto caminar hasta llegar al final. Nos dejábamos arrastrar por la fuerza del viento, por el murmullo de la hierba fresca, por un instinto que no nos permitía detenernos. Y el sabor de un nuevo día nos hacía alzar la mirada al firmamento y sentir la vida posarse en nuestras mejillas mientras nuestros tobillos sentían el frío de la inseguridad. Se nos erizaba el vello de la nuca, temblaba nuestra piel, gemían nuestras lágrimas. Mas no nos detuvimos. Pues sabíamos que merecía la pena aguantar la respiración, sabíamos que el próximo suspiro sería más profundo.

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