viernes, 11 de marzo de 2011

.. ocean drifter



Vagabundo marino que se alimenta de mi aliento, que me envuelve entre leves soplos de gélida soledad, que me mece en el cinismo de sus brazos. Remolinos de agua dulce que adormecen a la consciencia, pestañas que ceden a la pesadez de una mirada cansada de mirar. Y en las penumbras de un murmullo lejano grita una voz silenciosa. Temor que se deja llevar por la corriente y arrastra consigo el estremecimiento de una esencia que se desvanece. Dedos que se enredan entre mis cabellos, manos que aferran mis tobillos, puños que golpean entero mi ser. Lágrimas que se confunden con cada gota de cielo azul, con cada nube rota, con cada bramido de relámpago que escapa, con cada llanto de ángel que muere.

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