martes, 27 de septiembre de 2011

.. all roads lead home



Era inútil. No tenía dónde ir, ni sabía exactamente de dónde venía, ni hacia dónde podía regresar. Sólo caminaba. Avanzaba bajo la lluvia, bajo la tempestad, bajo los recuerdos, bajo la fuerza de mil agujas que, en lugar de punzar, se doblaban sobre sus sienes con la misma presión que sufría su sangre en el escondite de sus aceleradas pulsaciones. En el temblor de su bolsillo encontró el fuego de un fósforo, que durante apenas unos segundos le ofreció esa misma calidez que evocaba en la memoria un beso de buenas noches, una despedida silenciosa, un sueño perdido, una esperanza que se extinguía.

domingo, 25 de septiembre de 2011

.. falcon dancer



Bailaba con los halcones. Un paso hacia atrás, que no retrocedía, sino que giraba sobre sí mismo. Un movimiento sutil de cabeza. Cerrar los ojos y dejarse llevar por el ritmo de un latido cercano, de la fuerza de esas alas que se despliegan en pos de la libertad de una danza interminable. Una vuelta, y otra más, hasta que los tobillos sientan tropezarse consigo mismos y el cuerpo los obligue a mantenerse en pie. Alzar los brazos al firmamento eterno y gritar con la tormenta, cantar la última estrofa de una canción harto aprendida y jamás escuchada. Plumas que ya no hacen cosquillas; vuelos en picado.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

.. dare



Llueve. Y tanto frío hacía en los días de sol que pareciera que nunca llegaba el invierno. Y ahora, llueve. La hierba húmeda se ríe de la humedad del rocío seco de la triste mañana y de las suaves lágrimas del melancólico atardecer. No durará por mucho tiempo más la sequía de las nostalgias perdidas y los recuerdos por encontrar. Gota a gota, y que se atrevan los titanes a rugir en presencia de ese nuevo firmamento encapotado. Que ya no quiero caminar sobre el asfalto si puedo saltar sobre el reflejo de cada charco y salpicar con su frío descaro los remordimientos de cada sonoro arrepentimiento.

martes, 20 de septiembre de 2011

.. undiscovered galaxies



La pasada noche no podía dormir. No era que me sintiera incómoda entre las sábanas, y tampoco que hubiera nada que impidiera a mi mente conciliar el sueño. Sencillamente no podía dormir, no tenía ganas de dormir. Mi cuerpo no necesitaba ese descanso que la almohada estaba obligada a darme por costumbre, y no se trataba de que ya hubiera estado reuniendo esa energía durante el día anterior, sino simplemente que no estaba cansada. Mas, por curioso que parezca, tampoco sentía ganas de hacer cualquier otra cosa que no fuera permanecer con los ojos cerrados y esperar. No al agotamiento de la propia espera, no al sueño, siquiera a que llegara el alba; esperar un momento apropiado que me obligara a considerarme el mudarme a otra galaxia. Sí. Así de sencillo.

domingo, 18 de septiembre de 2011

.. stay for a second



Congelar el tiempo. Eso es. Detener un momento en el mismo instante en el que el alma se henchía de felicidad, en el que los problemas parecían desvanecerse bajo la sinceridad de cada sonrisa. Que todo fuera tal y como lo estaba siendo. Plantarse frente a la vida y exigirle que menguara su ritmo para continuar con uno más lento, más propicio, más perfecto. Desestimar los consejos de la razón y apreciar sólo la fuerza de los sentidos, conscientes de que una puede no llevarnos siempre por el camino más correcto, mas los otros nos ofrecen la posibilidad de sentir las piedras con las que hemos de tropezar y las heridas que habremos de sanar. Y permanecer un segundo entre las lindes del sentimiento y la cordura.

.. lost love



Nos perdimos en palabras que no iban a ninguna parte, en explicaciones que no tenían ningún sentido, en decisiones que no quisimos decidir. Rompimos promesas que jamás prometimos, que nunca hubiéramos cumplido y que siempre decíamos ser capaces de seguir. ¿Qué pasaba por la mente del otro mientras por la nuestra cruzaba un atisbo de inseguridad, una chispa de incertidumbre, una punzada de ese miedo al que éramos incapaces de hacer frente? Una patada en el estómago, un toctoc en el corazón, un escalofrío en la yema de los dedos. Una mirada que parece no decir nada, pero que grita un poco menos que mucho, y un poco más que todo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

.. shaper of dreams



Ya no recuerdo el momento en el que quedé dormido, ni cuándo fue la última vez en la que dejé de despertar. Que no evoca ya mi memoria el lugar donde mis recuerdos perdieron la noción del tiempo, que se pierde la consciencia en el lugar de la onírica realidad. Un silbido lejano, una llamada de quien nunca supo qué olvidó, ni por qué lo busca, pero sí que no puede evitar sentirse inquieto por no encontrarlo. Un clavo que pretende sacar otro clavo, y en contra lo clava más. Pues dejó la goma de las circunstancias de estirarse para romperse sin preaviso, liberando esa tensión que reprimía una esencia que su materia desconocía poseer.

viernes, 9 de septiembre de 2011

.. sometime it touches ur soul



Ritmo. Una pulsación y dos toques de corchea, un chasquido, un silbido, un crujido, un guiño de blanca y un silencio de negra, acorde y acordeón, pedal de piano, arco de cello y una sombra de repetición. Partitura impresa en papel charol, un auricular desconectado, un grito desbocado, un ceño fruncido, un salto improvisado. Y manos que se extienden al tercer espacio donde falta esa nota de carisma que el la le robó al do, y que el sostenido le quitó al bemol. Una carcajada a la que le sigue una palmada, un aplauso, el sonido suave de la seda al deslizarse por un vestido que se incorpora solemne. Coger aire y mantener entre los labios un mi que hiciera quebrarse hasta el más puro cristal.

jueves, 8 de septiembre de 2011

.. waiting for autumn



La espera sólo se hace larga cuando esperas por ella. El tiempo pasa, irremediablemente, huye a cada segundo, al igual que lo hacen cada uno de nuestros suspiros con el eco de esos momentos que quedan atrás. Recuerdos lejanos que son quimeras aún inalcanzables, estirar el brazo y tener la sensación de dejar caer a nuestras espaldas el peso enorme con el que creíamos ser incapaces de soportar. Quién sabe. Tal vez eso de dejar pasar las cosas no sea tan malo al fin y al cabo. Tal vez sí. Quizá todo estuviera escrito. Quizá nos lo hubieramos buscado. Puede que, sencillamente, todo no sea más que un conjunto de circunstancias. Tic. Sólo queda encogerse de hombros. Tac. Y aguardar al otoño.

lunes, 5 de septiembre de 2011

.. poison and wine



Muérdeme. Y brindemos. Que tras la última copa palpite la sangre en cada una de nuestras caricias, en cada uno de nuestros gestos. Que sobren las palabras, que grite el aliento a mi aliento, a tu aliento. Aráñame. Y bebamos. Que tras el último trago se acelere el pulso con cada beso, con cada mirada. Que reste importancia el momento al tiempo, y que se enreden tus dedos en mi cabello, mis pies en el hueco de tus rodillas. Ámame. Y que se deslice el sudor por nuestras gargantas. Lenta, suavemente. Que el final de nuestra lengua sienta el mismo calor por el que agonizan nuestros corazones.