domingo, 9 de octubre de 2011

.. cold



Últimamente tengo un extraño dolor a la altura del estómago, entre el pecho y la espalda, cerca del corazón. Es algo así como una punzada, como una flecha que se clava y escapa con violencia, dejando a su paso un vacío profundo. No se trata, sin embargo, de una herida, apenas el eco de un arañazo, siquiera el recuerdo de un leve rasguño. Duele, pero no hace daño. A menudo te recuerda que está ahí, golpea con fuerza las paredes de tu alma si cree que no le prestas atención, y la intensidad de su voz resuena en tu consciencia si pretendes ignorarlo. El silencio le alimenta, le divierte. La sensación de soledad, de tiempo que se estanca, de memoria que olvida, de motivos que de pronto dejan de tener sentido, de personas cuyo rostro deja de ser conocido y cuyas acciones comienzan a resultar confusas.

Tengo miedo. A esa oscuridad inmensa, a ese vacío infinito, a esas miles de palabras que resultarían insuficientes y ya serían demasiadas. A lo que no siento, a lo que conozco y no puedo describir. A lo que sé y pienso, a cada una de esas espinas que protegieron la pureza de la rosa más bella. A que me lleve consigo el viento y sea incapaz de desplegar las alas para volar. A quererte, a que me quieras, y a que no haya nada más.

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