jueves, 5 de julio de 2012

.. always look on the bright side of life


Ocurre en la vida de cualquier persona que el vaso deja de estar por la mitad para estar medio vacío. No importa con cuánto optimismo o cuánta sabiduría nos tomemos una circunstancia concreta, siempre habrá algo que nos empuje hacia abajo y nos haga ver que nuestra realidad es diferente a nuestra percepción. No siempre toma forma de un diván, de un gran helado de chocolate acompañando a una película romántica, o de un color oscuro para vestir. A veces, se oculta en una sonrisa sincera, en un gesto altruista, en un rubor en las mejillas. En la mayor parte de las ocasiones no deja de ser un vaso de agua por la mitad, que vamos vaciando a sorbos. Es decisión nuestra volverlo a llenar para seguir bebiendo, y también lo es querer ser conscientes de que en algún momento el vaso volverá a vaciarse. Quizá medio lleno, quizá medio vacío, pero el vaso siempre permanece ahí, junto a nosotros, en cualquier ocasión, sumiso, esperando a que decidamos nosotros mismos detenernos a observar su contenido y decidir si nos agrada o no nuestra visión de las cosas. Mientras, él espera, en silencio, pacífico, inmutable, dispuesto a ayudarnos si deseamos que nos ayude, y también preparado para encogerse de hombros si esperamos de él cualquier otra cosa. Porque las personas no son optimistas, ni pesimistas. Las personas son realistas en su propia realidad. 

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