miércoles, 1 de agosto de 2012

.. the werewolf


No tenía ninguna manera de saber que eran ésos los ojos que habían estado contemplándola desde la oscuridad. Pero lo sabía. Aquella tarde había anochecido demasiado pronto, y la crueldad de las penumbras no había tardado en desorientar sus ya confundidos pasos. Ella se dejó arrastrar por el viento gélido y las incógnitas heladas. Arrebujada bajo su capucha, buscaba, temía, temblaba. A su alrededor, todo parecía tener el aspecto de siempre y, sin embargo, las ramas de los árboles parecían apuntar a la dirección equivocada, y las piedras en el camino parecían demasiado numerosas para que la sabia naturaleza las hubiera dejado caer por azar. Entre penumbras, los pájaros aún cantaban, despacio, quedo, guiando al espíritu hacia la dirección que nunca la razón llegó a tomar. La luna llena se reía grotescamente de las criaturas que contemplaban su brillo para alumbrarse, escondiéndose detrás de las más opacas nubes para burlar a la luz. Ella levantaba el farol en alto, sin otra intención que la de no tropezar una vez más con las gruesas raíces de las plantas ya secas. Insectos, búhos, tejones acudían a la llamada calurosa de la llama prendida. Y algo más...

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