domingo, 27 de junio de 2010

.. smiling



Los momentos se desvanecieron con el último suspiro de vida y, con ellos, la soledad y la esperanza. Nada queda ya por lo que arrepentirse, ningún motivo para volver la mirada atrás. Y, a pesar de todo, nada importa. Pues si fuimos capaces de esbozar una sonrisa cuando se nublaban nuestras percepciones, fue porque supimos apreciar el valor de cada uno de los tesoros que se nos presentaban insignificantes. Decidimos que los recuerdos fueran algo más que la luz que nos guiaba en el camino, sintiéndonos capaces de moldear cada instante, de estrecharlo entre nuestros brazos hasta hacerlo eterno. Y lo conseguimos.