martes, 31 de julio de 2012

.. thank you for the souvenir


Gracias. Sí, gracias. Porque me dejaste lo más valioso de todo: la experiencia. Ya no importa que hubieras sido tú el que te marcharas, y tampoco que hubiera sido yo la que se despidiera. Lejos quedan ya los rencores, las rencillas, las discusiones, la ira, el dolor, el arrepentimiento, la soledad, la sed de venganza. No podía ser, y no fue. Mas aunque hubiera podido ser, tampoco las cosas habrían sido de otra manera. No creo en el destino y no creo en la casualidad. Causa y efecto, éso es lo que empuja mi vida a nuevas formas de rechazo.

domingo, 29 de julio de 2012

.. vision


Sentía que la observaban. Lo sentía día y noche, cuando se acostaba y cuando se levantaba, en la madrugada y el mediodía, a medianoche, al amanecer, en el ocaso, por las tardes y durante las mañanas. Lo sentía cuando caminaba, cuando hablaba, cuando desayunaba, cuando dormía. Lo sentía en casa, en el mercado, en la plaza, en el campo, en el mar. Paseaba, tejía, cocinaba, se bañaba... y se sentía observada. Recogía restos de comida por el suelo, tropezaba, se reía... y se sentía observada. Volvía la mirada a sus espaldas, a la tierra que pisaba, al dorso de sus manos, a las puntas de su cabello enredado... y aún allí seguían observándola. Un día, que parecía ser no más que un día cualquiera, reunió el valor suficiente para retirar la tela lisa que había estado durante siglos cubriendo el espejo cóncavo de su dormitorio. Y allí lo vio. Pudo observarlo con la misma sensación con la que ella era observada. A partir de entonces, no volvió a ver nada. 

sábado, 28 de julio de 2012

.. trust?


¿Confiar? ¿En quién? ¿En ti? ¿En mí? Las promesas se olvidan, las reglas se infringen, la cercanía se quiebra. Que me lo cuentes todo para que yo te cuente todo, y contarte yo todo para que tú no permitas que me pierda nada. Y un día, de pronto, ya no tienes tiempo para acordarte de mí, de nosotros, ni de aquello que aún nos queda por contar. Las anécdotas pasan al igual que pasan los meses. Sin ti. Pero todo sigue igual, a pesar de las circunstancias. Todo igual, sin ti. Esta mañana llovió, de igual modo que lo hizo ayer, y si mañana sale el sol se pondrá por el mismo oeste por el que se perdieron tus despedidas. Sé que si nos volvemos a ver, sólo la ausencia habrá cambiado. Las palabras serán diferentes pero las sonrisas serán las mismas. Porque, siendo necesario o no, separarse conlleva haber estado unido. Y encontrarse supone haber estado alejado. Por ello, todo cambia sin modificar nada. El lienzo sólo está más y más anegado de colores, pero en ningún momento se borraron los trazos.

lunes, 23 de julio de 2012

.. beach day


¿Por qué no? Nadie marcó los límites. ¿Por qué en nuestro diccionario aún conservamos la palabra imposible? El único peligro que podemos encontrar no es más que el propio miedo a la aventura. Intentémoslo. Si sale mal, aún podríamos probar de nuevo. 

miércoles, 11 de julio de 2012

.. let's go home


Llévame a casa. Llévame, me decía. Quería irse a casa, me decía. Que una extraña sensación no le dejaba dormir por las noches, que allí no podía apreciar el verdadero olor de su almohada, que se sentía demasiado lejos de todo y demasiado cerca de nada. Que no quería estar solo, que necesitaba sentirse igual de niño que cuando creció, que le hubiera encantado volver a asomarse sólo una vez más por esa ventana desde la que contemplábamos juntos el mar. Que, aunque no lo reconociera nunca, tenía miedo a la oscuridad y a la falta de luz. Que nos fuéramos a casa, me decía. ¿Y yo qué podía hacer, más que permanecer cada segundo a su lado, tratando de calmarle con la fuerza de mis vulnerables seguridades? No podíamos volver, le decía yo. Y él lo aceptaba con una arruga profunda en su frente. Aquella no era su casa, decía él. Pero yo sí era su hogar. 

jueves, 5 de julio de 2012

.. always look on the bright side of life


Ocurre en la vida de cualquier persona que el vaso deja de estar por la mitad para estar medio vacío. No importa con cuánto optimismo o cuánta sabiduría nos tomemos una circunstancia concreta, siempre habrá algo que nos empuje hacia abajo y nos haga ver que nuestra realidad es diferente a nuestra percepción. No siempre toma forma de un diván, de un gran helado de chocolate acompañando a una película romántica, o de un color oscuro para vestir. A veces, se oculta en una sonrisa sincera, en un gesto altruista, en un rubor en las mejillas. En la mayor parte de las ocasiones no deja de ser un vaso de agua por la mitad, que vamos vaciando a sorbos. Es decisión nuestra volverlo a llenar para seguir bebiendo, y también lo es querer ser conscientes de que en algún momento el vaso volverá a vaciarse. Quizá medio lleno, quizá medio vacío, pero el vaso siempre permanece ahí, junto a nosotros, en cualquier ocasión, sumiso, esperando a que decidamos nosotros mismos detenernos a observar su contenido y decidir si nos agrada o no nuestra visión de las cosas. Mientras, él espera, en silencio, pacífico, inmutable, dispuesto a ayudarnos si deseamos que nos ayude, y también preparado para encogerse de hombros si esperamos de él cualquier otra cosa. Porque las personas no son optimistas, ni pesimistas. Las personas son realistas en su propia realidad.