viernes, 31 de diciembre de 2010

.. lock it away



Ganas de levantarte y luchar. De probar, de rechazar. De continuar y después comenzar. Ganas de saltar y gritar, de llorar y clamar, de reír. Ganas de abrazar y amar. Ganas de sentir. Ganas de dejar de creer que lo posible es imposible, de cambiar, de intentar, de lograr. Ganas de triunfar y seguir, de que todo vaya bien, de no querer recordar. Ganas de volar. Ganas de soñar. Ganas de vivir. Expulsa tus miedos y enciérralos con llave, y más tarde tírala lejos, donde jamás puedas volver a encontrarla. Y sé feliz.

.. the color of an octave



Do. Do sostenido, Re bemol. Re. Re sostenido, Mi bemol. Mi. Fa. Fa sostenido, Sol bemol. Sol. Sol sostenido, La bemol. La. La sostenido, Si bemol. Si. Y Do. Y rojo, y amarillo, y verde, y azul, y naranja, y violeta, y añil. Blanco, negro. Marrón. En clave de Sol, en clave de Fa. Rosa. Gris. Tono. Semitono. Tono. Gama. Notas. Bocetos. Susurros. Miradas. Una imagen. Un sonido. Sombras, ruidos. Un pincel bailando sobre una partitura sin terminar. Óleo sobre una canción sin empezar. Y La, La, de Sol a Sol. El color de una octava.

martes, 28 de diciembre de 2010

.. trapped



Todos y cada uno de los sentimientos atrapados en mi alma, cada emoción, cada sensación, cada momento, cada sonrisa fingida, cada mirada perdida. Desconozco aún si fue un error dejarlos libres o si por el contrario no fue más que una sencilla trampa del destino, de la necesidad, del porvenir. Lo único de lo que soy consciente es de que no puedo volver a dejarlos entrar en mi mente, que escaparon ya a la cárcel de mi memoria, que me torturan ahora con sus gritos, con sus llamadas de súplica. Y aún no sé si quiero ser libre o dejarme llevar, permitir que la vida decida por mí o decidir yo por ella. La tormenta se llevó todas las respuestas.

sábado, 25 de diciembre de 2010

.. merry Christmas



Una excusa más. Porque no somos capaces de regalar por regalar, de sonreír por sonreír, de desear querer, de cumplir propósitos, de comenzar a vivir sin que el peso de la sociedad nos obligue a hacerlo a su manera. Porque es más sencillo creer en la suerte que en el futuro, dejarse llevar por la marea del destino que luchar por cada sueño. Porque las palabras de afecto jamás fueron sinceras sin actos que las acompañaran. Porque ansiamos que nos guíen para poder caminar a ciegas. Porque nos gusta engañar y engañarnos. Feliz Navidad.

viernes, 24 de diciembre de 2010

.. princess



Princesa de esos cuentos con final feliz, de las historias que el viento te contaba entre los susurros del atardecer. Tenías todo cuanto querías, todo cuanto necesitabas, todo cuanto pudiste alguna vez desear. Los sueños estaban al alcance de tus manos, no tenías más que alzar los brazos para comprobar que tus deseos podían cumplirse únicamente con la fuerza de tu esperanza y el latir de tu corazón. Y entonces despiertas. Ya nada era lo que fue, lo que creías que había sido. Y comienzas a darte cuenta que en alguna ocasión perdiste un zapato de cristal, que mordiste una manzana envenenada, que vendiste tu alma a la inocencia a cambio de la ignorancia.

jueves, 23 de diciembre de 2010

.. the buried past



Y queda el pasado enterrado. Como cada uno de nuestros sueños, como cada mirada al futuro, como cada proyecto, como cada ilusión por ese hoy que ya es ayer, y que en alguna ocasión fue mañana. Sombras de juguetes rotos, de infantil inocencia, de utópica esperanza. Gritos ahogados, mudas llamadas de súplica. Ignorancia. Dolor. Incomprensión. Frustración. Porque ya no tiene sentido alguno volver la mirada hacia atrás. Porque ya no queda nada que nos retenga en ese paso que jamás dimos, en esa decisión que no nos atrevimos a tomar.

viernes, 17 de diciembre de 2010

.. explode



Entonces, llega un momento en el que la presión desaparece, las fuerzas se desvanecen. Y ya nada tiene sentido más que continuar caminando sin volver la mirada atrás. Pues las palabras, cuales piedras, una vez arrojadas hieren sin que lo podamos evitar. Con el tiempo, se borra el dolor, mas aún quedan las cicatrices para recordarnos lo que es y pudo no haber sido, lo que fue y sigue siendo en lo más profundo de nuestro ser. Podemos sentirlo en el temblor de la piel, en los gritos de nuestra memoria, en la saliva seca, en los recuerdos punzantes. Porque no hay marcha atrás. Porque, en ocasiones, hay trenes que no debemos dejar pasar.

viernes, 10 de diciembre de 2010

.. umbrella



Y de pronto un paraguas cubre nuestros rostros. La lluvia ya no puede mojarnos, la tormenta no nos alcanza. Dejan de ser importantes los calcetines mojados, el asfalto encharcado, la tinta de la vida goteando a nuestro alrededor. Y quedamos nosotros. Sólo nosotros. Tú y yo. ¡Que ruja el firmamento, que tiemble la niebla, que cubra la oscuridad a las estrellas! Porque mientras exista este momento, todo lo demás será relevante. Dejará la luna de llorar por una utopía, y sus lágrimas ya no empañarán por más tiempo nuestros ojos. Dime que todo va bien, y prometo hacer de este instante un suspiro eterno.

lunes, 6 de diciembre de 2010

..the lost song



Ya no recuerdo recordar. Pasan los momentos fugaces por mi mente, y dejan instantes olvidados en mi corazón. Nada queda ya por lo que sonreír, por lo que llorar, por lo que seguir, por lo que abandonar. Y en mi memoria afloran aquellas caricias de primavera, aquellas miradas de otoño, la calidez del invierno y el frío del largo verano. Los suspiros desgastados, sueños rotos, regalos abandonados. Y aún creo escuchar la intensidad de los latidos de tu corazón, esa melodía armoniosa que henchía mi alma, esa canción perdida.

viernes, 3 de diciembre de 2010

.. in the rain



Se fundían bajo la lluvia nuestros labios, nuestras sonrisas. Se reflejaban tus pupilas en las mías, relampagueando en ellas la luz de tus profundos ojos. Buscaban tus manos mi piel, las mías tu cabello, tu contacto, tu cuerpo. Y se estrechaban nuestros brazos, y gemían nuestros suspiros. Bailaban las pequeñas lágrimas de lluvia sobre mis mejillas, deslizándose lentamente por mi rostro hasta llegar a los límites de tu boca. Entonces sonreías, y aún más fuerte me abrazabas, y aún con más intensidad me besabas. Y así nos amábamos. No importaban las palabras. No importaba el lugar. No importaba el porqué. Siquiera importaba que no fuera real.