.. some of us change

Algo de nosotros cambia con cada mirada preocupada, con cada mueca mal disimulada, con cada palabra poco convencida. El amor roza los límites de la confianza, a pesar de no haber necesitado jamás atravesar tal frontera. Y nuestras almas se encogen, y se asustan la una de la otra; la tuya por mis preguntas, la mía por tus posibles respuestas. Una sonrisa forzada, cómplice de una mirada insegura, que busca esa mutua comprensión de dos mentes que nunca dejaron de entenderse. Un gesto animado, que busca la aprobación de una frente cansada de soportar un peso que no merece. Un asentimiento, y la memoria ubica en algún lugar, en algún momento, ese mismo brillo de juventud ahogada deseando escapar de la vida real. Un leve sentimiento de culpa por esa recíproca sensación de egoísmo. Un largo suspiro al ser conscientes de que así deben ser las cosas.

.. evening fairy

Al hada de la noche consulté, y no supo responder más que con esa mística oscuridad que rodeaba por completo su aura. Los secretos que escondían sus labios terminaban resbalando por el frío de su garganta, desapareciendo para siempre. No supo cómo calmar esa intranquilidad que dominaba mi alma, por más que quisiera ayudarme a recordar que el sol, tímido, tras la línea del horizonte, volvería a saludarnos en algún momento. Y, a pesar que no comprendía el motivo de mi angustia, me ofrecía su compañía. La soledad de sus brazos me reconfortaba de alguna manera, y el tacto frío de su piel me hacía apreciar más el calor que emanaba de su protección. Sus mudas palabras se perdían entre la confusión de mis sentimientos y el temblor de mi corazón, sus lágrimas compasivas se fundían con esa mirada de agradecimiento que se reflejaba en sus ojos, con ese estremecimiento que no volví a experimentar jamás. Pues, al alba, se desipó cual recuerdo confuso, cual niebla en penumbras. Pues, al alba, la olvidé.

.. come here

Gruesas perlas de alma agotada que se deslizan sobre el nácar de esa frente cansada de sentirse sostenida por el peso de unas cejas fruncidas. Pestañas que se molestan entre sí chocando con la violencia de los párpados que las empujan, robándole el mirar a las percepciones. Colmillos que hieren los labios al sentir la presión de esa resistencia que la mandíbula se empeña en no abandonar. La tensión de ese cuello que se vuelve hacia un lado confiando en su fingida invulnerabilidad. Uñas que dejan su huella en las palmas de las manos, partícipes del temblor de esos dedos que tratan de mantener junto a sí el grueso lazo que los ata a la felicidad.
-Ven aquí.
-No. Ven tú aquí.

.. little feather

Cierra los ojos. Siente el viento furtivo azotando cada espacio vacío de tu melena salvaje, esa brisa que con violencia devora tu piel y se aferra al calor de tus entrañas. Pues eres como el grito profundo de un ave nocturno, como una mirada brillante en la oscuridad, como un siseo de advertencia en ese desierto que dejaron atrás las emociones. Un estremecimiento que nubla los sentidos y empaña la mirada, un temblor en los labios, una arruga en la frente. Y una plumita, pequeña, que se desprendió de la vida deseando ser libre, que fue mecida por los brazos del céfiro, que danzó junto a la humedad del agua dulce, que fue protegida por la luz crepuscular, que murió en la tierra yerma de los recuerdos.

.. nicest thing

Lo más bonito de cualquier lugar era la calidez de su compañía. Lo más bonito de cualquier momento era la ausencia del paso del tiempo. Lo más bonito de cualquier motivo era que no tenía por qué haberlo. Lo más bonito de cualquier mirada hacia atrás era que siempre había algo a lo que aferrarse. Lo más bonito de su ser era su eterna presencia. Lo más bonito del aliento que el viento les robaba era la respiración que moría en los labios del otro. Lo más bonito de cada una de las palabras era la vida, que con vida despertaba. Lo más bonito de cualquier sueño era que nunca sabían cuándo habían despertado. Lo más bonito de él, era ella. Y para ella, él lo era todo.

.. spring

Una carcajada espontánea, sincera, tan intensa que hace estremecer al firmamento. Una sonrisa ausente, profunda, tan brillante que vuelve tenue al sol. Una mirada perdida, soñadora, tan feliz que se funde con los rayos de luz que forman la mitad de un arco iris. Pétalos de flor en almendros que despiertan de su letargo, algodón dulce que danza sobre el color violeta del ocaso, mejillas sonrosadas. Y el silencio es ahora el eco de tu voz, que con hilo dorado y dedal de ternura vuelve a unir las dos partes de mi corazón. Un aleteo suave deleitándose en la piel de mi garganta, una mariposa que sacia su curiosidad echando un vistazo a mi interior. Porque lejos queda ya el invierno. Porque, tal vez, la culpa no sea de la primavera.

.. ocean drifter

Vagabundo marino que se alimenta de mi aliento, que me envuelve entre leves soplos de gélida soledad, que me mece en el cinismo de sus brazos. Remolinos de agua dulce que adormecen a la consciencia, pestañas que ceden a la pesadez de una mirada cansada de mirar. Y en las penumbras de un murmullo lejano grita una voz silenciosa. Temor que se deja llevar por la corriente y arrastra consigo el estremecimiento de una esencia que se desvanece. Dedos que se enredan entre mis cabellos, manos que aferran mis tobillos, puños que golpean entero mi ser. Lágrimas que se confunden con cada gota de cielo azul, con cada nube rota, con cada bramido de relámpago que escapa, con cada llanto de ángel que muere.

.. grey oceans

Océanos grises que nublan la vista y empañan el corazón, que rompen sus olas en las orillas de la desesperanza, que reflejan en sus aguas la oscuridad de las tormentas y sollozan ante la mirada de la fría roca que, impasible, aguarda el abrazo de las mareas. Ondas, cuales jadeos intensos, lentos, impacientes, que buscan con la urgencia de la libertad esas corrientes tranquilas que depositan promesas sobre corales. Y, de pronto, un leve canto de sirena te hace luchar contra tu propia resistencia, confundiendo tus sentidos, atrayéndote con tanta fuerza que la voluntad no es suficiente para acallar los gritos de clemencia por los cuales agoniza tu consciencia. El rugido furioso del mar silenciará tu arrepentimiento.

.. the key to the past

Huye el tiempo de las heridas, haciendo notar su presencia con cicatrices en el alma, y punzadas de nostalgia en la piel. Momentos que acuden al encuentro del recuerdo, deseando ser libres, estremeciendo a la memoria con su paseo parsimonioso a través de una melancolía que se resiste a ser olvidada. Emociones enjauladas que contienen las lágrimas, que aguantan la risa, que dejan escapar un leve temblor que hace vibrar al pensamiento. Una carga inesperada que se apoya sobre la frente y hace arrugar el ceño, fruncir los labios, que se permite caer sobre los brazos del agotamiento y se golpea contra la violencia del silencio. Una puerta mal cerrada. Una llave al pasado.

.. owls

Reflejábase de la muerte el mirar
en estanque oscuro.
Plumas de ébano
que en paciente silencio
aguardaban.
Un grito en la noche.
Una sombra.
Ecos lejanos
confundíanse en murmullos,
disipábanse en susurros,
perdíanse en siseos.
De la luz de la mañana
escondíase la luna nueva.
Un grito en la noche.
Una sombra.
De vida pura lágrimas
arañan hierba seca.
Búhos.
Y tras los pies de los que huyen
echa el valor a correr.

.. the sun doesn't like you

Pequeña flor de primavera, dime, ¿cuál es la pena que te aflige? El gélido contacto del invierno logró hacerte caer, y ya el calor de la vida no es capaz de sostenerte. Se apagó el brillo de tu esperanza, el color de tu belleza. Marchitos están cada uno de los pétalos que te mantenían unida a ese trino de ave en la mañana, a ese beso de agua de rocío. Y las abejas, coquetas, en la dulzura de su impaciencia esperando que abras los ojos y les robes el corazón. Ay, pequeña flor de primavera, dime, ¿acaso en tierra yerma deseas ya dormir? Que tu esencia se evapora con la fría escarcha, que el sol no te quiere, que lloras en océano de lluvia. Y yo, que desearía acabar con el dolor deshojado de tu alma arrojando lejos el sufrimiento, rompiendo en mil pedazos esa jaula de cristal que encierra tu memoria, bebiendo en suspiros cada gota de savia que te mantiene atada a la existencia. Y cortar el hilo de esa naturaleza que te golpea con la fuerza de la realidad.