domingo, 25 de septiembre de 2011

.. falcon dancer



Bailaba con los halcones. Un paso hacia atrás, que no retrocedía, sino que giraba sobre sí mismo. Un movimiento sutil de cabeza. Cerrar los ojos y dejarse llevar por el ritmo de un latido cercano, de la fuerza de esas alas que se despliegan en pos de la libertad de una danza interminable. Una vuelta, y otra más, hasta que los tobillos sientan tropezarse consigo mismos y el cuerpo los obligue a mantenerse en pie. Alzar los brazos al firmamento eterno y gritar con la tormenta, cantar la última estrofa de una canción harto aprendida y jamás escuchada. Plumas que ya no hacen cosquillas; vuelos en picado.

0 comentarios: