domingo, 18 de septiembre de 2011

.. stay for a second



Congelar el tiempo. Eso es. Detener un momento en el mismo instante en el que el alma se henchía de felicidad, en el que los problemas parecían desvanecerse bajo la sinceridad de cada sonrisa. Que todo fuera tal y como lo estaba siendo. Plantarse frente a la vida y exigirle que menguara su ritmo para continuar con uno más lento, más propicio, más perfecto. Desestimar los consejos de la razón y apreciar sólo la fuerza de los sentidos, conscientes de que una puede no llevarnos siempre por el camino más correcto, mas los otros nos ofrecen la posibilidad de sentir las piedras con las que hemos de tropezar y las heridas que habremos de sanar. Y permanecer un segundo entre las lindes del sentimiento y la cordura.

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